La mascarilla hoy: las personas la siguen ocupando

La población busca protegerse frente a las enfermedades virales y el frío.

Cuando llegó la pandemia a Chile en 2020 una de las primeras medidas que tomaron las autoridades fue el uso obligatorio de mascarillas. Esto, complementado con el Plan Paso a Paso, fue la principal norma implementada para hacer frente a los virus respiratorios, sin embargo, pese a que su exigencia terminó, algunas personas optan por seguir ocupándola.

Cuando el Ministerio de Salud anunció la obligatoriedad del uso de la mascarilla en el país su precio se disparó de manera abismal. CIPER evidenció que en 2018 se pagaba $ 13 por unidad y durante febrero de 2020 se llegó a pagar $ 500 por una de estas.

Los limpiadores de pies con desinfectante y los escudos faciales tambien fueron elementos de protección. Fotografía: José Herrera.

Los vendedores ambulantes son de los principales proveedores de mascarillas para las personas y a la vez responsables, en buena manera, de mantenerla en el mercado. Esto llevó a que algunas personas las mantuvieran en sus hogares.

El fin definitivo del uso de la mascarilla se anunció el primero de septiembre de 2023. Sin embargo, las autoridades sanitarias no dejaron de recomendar utilizarlas, sobre todo en recintos de salud.

El aumento de afecciones respiratorias este 2024 obligó a retomar la medida en los servicios de urgencias. El invierno ya está trayendo copamientos en los sistemas de salud del país por la influenza y es importante tomar precauciones. Esto, en conjunto con las campañas de vacunación, busca reducir los contagios de enfermedades virales en la población.

¿Por qué seguir ocupándola?

Las razones para seguir utilizando cubrebocas son variadas. Por un lado, Ruth Pérez, quien pertenece a la tercera edad, comentó que las ocupa para el frío, o va al supermercado. Además, aseveró que se siente más protegida y con confianza cuando sale con mascarilla.

Otro factor que Pérez comentó es que “como soy adulta mayor necesito cuidar mi salud y protegerme, sobre todo en invierno (…) creo que con las heladas la ocuparemos hasta septiembre”. En ese sentido, contó que siempre lleva una mascarilla en su cartera por cualquier cosa.

Estatua con mascarilla representando como se insertó el cubrebocas en nuestra cultura.
La mascarilla se convirtió en un elemento cultural para los chilenos. Fotografía: José Herrera.

Antes de la pandemia solo en algunos laburos se tenía que usar cubrebocas, estos se concentraban principalmente en el área de la salud. En ese sentido, el trabajador social, Pablo Carrasco, relató que tuvo que implementar la mascarilla porque suele realizar sus funciones con grupos de riesgo como los adultos mayores.

Carrasco explicó que la utiliza para no exponerse “porque los adultos mayores son los que más se enferman y segundo para no contagiarlos a ellos”. Además, contó que los lugares donde ha trabajado suelen mantener un stock de mascarillas que da abasto para ellos y las personas con las que realiza sus funciones.

Respecto a mantener su utilización, el trabajador social se mostró firme con que “en el transporte público y centros hospitalarios debería volver su uso”. También, comentó que cree que “va a pasar como en algunos países asiáticos y la comenzaremos a usar de manera cotidiana”.

Los elementos de protección contra los virus respiratorios

La kinesióloga encargada de la Unidad de Epidemiología del Hospital Intercultural Kallvu Llanka de Cañete, Ángela Ríos, destacó a la mascarilla como un elemento esencial en la prevención de enfermedades respiratorias. Sin embargo, aseguró que “debe ir acompañado de una buena manipulación de esta, pues un uso inadecuado puede favorecer el contagio en épocas de alza de casos”.

En la misma línea, Ríos explicó que existen más elementos que son un estándar para la prevención de transmisión de agentes patógenos que no debemos olvidar. El lavado de manos y los buenos hábitos al toser son ejemplos de lo anterior que, sumado al uso de los Elementos de Protección Personal (EPP), ayudan a reducir las enfermedades respiratorias.

Respecto a la posibilidad de volver a la obligatoriedad de la mascarilla, la profesional considera que dependerá del contexto. Sin embargo, la kinesióloga en estos instantes justifica su utilización porque “nuestra realidad nacional muestra un incremento significativo de casos de influenza, incluso llegando a provocar muertes”.

Estos elementos de protección permiten mantener bajo control algunas enfermedades virales con el fin de mejorar la salud pública. La pandemia legó el uso de mascarillas y el aumento de contagios respiratorios pide a gritos la prevención y el cuidado, tanto de los grupos de riesgo como de toda la población.

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