La comida y las cosas que sucedan alrededor de esta depende de muchos factores, más allá de los gustos personales. Hay razones para seleccionar los alimentos de determinada preferencia, de esos motivos se desprenden ingredientes y la forma en que la gente elige prepararlos. 

¿Se podría decir que la comida es una forma de expresarse? Por supuesto. Detrás de la comida hay preferencias condicionadas por el contexto donde dicha preparación se va a consumir. Hay política, estatus económico, protesta al rechazar el consumo de determinados alimentos y un sin fin de condiciones previas a sentarse alrededor de la mesa.

¿Cómo se demuestra esto?

Por ejemplo, quienes buscan un estilo de vida saludable van a evitar la comida rápida, prefiriendo opciones más saludables. Quienes buscan un mundo más compasivo con los animales, por la liberación animal antiespecista, van a reflejarlo a través del veganismo. Según el sitio web National Geographic, esto se debe porque más que ser una dieta basada en plantas, es considerado un estilo de vida.

Por otra parte, quienes viven cerca del mar van a buscar sacarle provecho a los recursos que tienen a mano, basando una gran parte de su dieta en productos de origen marino. Las personas que viven en el campo aprovechan la agricultura para sustentarse y también alimentarse, mientras que quienes están en la ciudad pueden recurrir a opciones como Uber eats o Rappi para pedir comida al lugar que deseen.

Mientras tanto en Chile

Gracias a su gran extensión y variedad geográfica, se pueden encontrar distintos tipos de cultura gastronómica. En el norte de Chile se puede encontrar diversos tipos de vinos y piscos, que por las condiciones climáticas no se podrían cultivar uvas en la zona sur. En la zona central del país es típico comer pastel de choclo y humitas, mientras que cerca de la zona austral se suele disfrutar del curanto, el milcao y los chapaleles. 

La comida se forma con las personas de la mesa, quienes se empapan de la historia de los lugares, de la cultura y costumbres de la gente. La comida es un acto de reunión en todo el país. De Arica a Magallanes, incluso la forma de preparar el mismo alimento se adapta al lugar donde se prepare.

Una comida en diferentes versiones

El mejor ejemplo de esto es Talca, donde se pueden encontrar los tradicionales completos en su versión mojada. Para prepararlos, el pan se deja al vapor para que absorba humedad, en vez de dejarlo en el tostador como se prepara normalmente. Además, el tomate en vez de picarlo en cubitos, se tiene que pasar por una maquina para rallar, obteniendo así una consistencia más jugosa. El completo es una preparación tal popular en el país que incluso tiene su día de celebración.

Otro ejemplo de esto son las sopaipillas, que en la zona norte y centro se preparan incorporando zapallo molido y dándole forma redonda a la masa. Mientras que en el sur son de forma de rombo y sin zapallo. En algunas partes de Chile se comen con salsa de chancaca, dándole el nombre de “sopaipillas pasadas”, pero también se pueden disfrutar con palta, pebre, ketchup, mayonesa o incluso manjar.

Para celebrar esta diversidad gastronómica, durante todo el año se hacen festivales en torno a la gastronomía local. Para descubrirlo, te invitamos a revisar el storymap al final de esta publicación.

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