El Instituto de Investigación Avanzada en Educación de la Universidad de Chile afirmó que el 20 % de los profesores renuncia al quinto año del ejercicio docente.

Según un estudio de Elige Educar, para 2025 se proyecta un déficit de más de 25 000 docentes y educadores en el país. Esta alarmante cifra proviene de la creciente deserción laboral de profesores y los bajos registros de inscripción en las carreras de pedagogía. El sistema educativo está atravesando una crisis que podría agravarse con el tiempo.

En los últimos años, el aumento de la violencia en las aulas, la falta de garantías, la sobrecarga laboral y las bajas remuneraciones han sido los principales factores que explican este fenómeno. La constante lucha de los profesores por mejorar la calidad de sus condiciones de trabajo no ha dado mayores resultados, generando una imagen poco esperanzadora en el oficio.

Nuevas conductas y garantías insuficientes

La violencia escolar ha sido uno de los problemas más recurrentes en la educación nacional. En los últimos tres años se han registrado cerca de 28 000 casos de conflictos en los establecimientos. Para José Luis Cifuentes, profesor de historia, esta situación ha alcanzado un límite. “Hoy día, no solo existe un problema de violencia física en los colegios, sino también entre los mismos profesores y apoderados. Se ha llegado a un punto donde prácticamente se han normalizado conductas que no deberían ocurrir acá”, comentó.

Pese al desborde de conflictos en los recintos escolares, son muy pocas las medidas que se han tomado al respecto. “Siento que se ha peleado harto para mejorar estos problemas, pero las respuestas son las mismas. Soy parte del Colegio de Profesores de Concepción y los colegas siempre discuten el tema, sin embargo, creo que es muy difícil que se tome en cuenta”, manifestó Cifuentes. Además, el profesor de enseñanza media señaló que son los establecimientos los que están impulsando políticas propias para enfrentar las situaciones de violencia.

Desde el punto de vista político, los docentes llevan años esperando soluciones para garantizar condiciones óptimas de trabajo en los colegios. José Luis relató que la seguridad debe ser una prioridad en todas las comunidades educativas. “Siento que se ha dejado de lado a los profesores y a las profesoras. Puede haber un problema o una situación complicada y siempre somos los primeros en ser apuntados”.

Estrés y sobrecarga

La pandemia, la baja valoración del trabajo y los nuevos comportamientos en las salas han sido las principales causas de estrés en la comunidad educativa. Estos factores, sumados a la creciente carga laboral, han aumentado la deserción de profesores.

El especialista en psicología educacional, Gabriel Retuert, señaló que las relaciones escolares pueden representar un desafío si no se regulan adecuadamente. “Los problemas asociados al estrés están fuertemente vinculados con el funcionamiento de los colegios. Muchos establecimientos presentan falencias en la convivencia interna. Deben ser los primeros en asegurar un entorno de paz para evitar conflictos”, aseguró.

Por otro lado, Retuert comentó que la pandemia fue un punto de quiebre en el oficio debido a la necesidad de reinventarse. “Durante esa etapa, los profesores tuvieron que empezar prácticamente de nuevo. Dedicaron semanas e incluso meses para volver a realizar sus clases correctamente y para aprender a usar las plataformas en línea. Fue una época que realmente no se valoró para nada y produjo mucho estrés por el tiempo que se destinó a la readaptación”, afirmó el experto.

Mucho esfuerzo, poca recompensa

La educación siempre se ha percibido como un motor para el desarrollo. Sin embargo, la baja valoración de la profesión docente en los colegios y, en consecuencia, las bajas remuneraciones, han sido factores influyentes en el abandono de los profesores.

Pablo Carrasco, profesor de educación musical, enfatizó en la importancia de cuidar el bienestar económico para incentivar el oficio. “Es fundamental que se compense a los profesores de todos los colegios. Hay docentes que, además de trabajar 45 horas semanales, llegan a sus casas para revisar guías y corregir evaluaciones. Eso no es vida”, manifestó preocupadamente.

En esta misma línea, Carrasco mencionó que muchos maestros con los que ha trabajado llevan una doble vida laboral para compensar los bajos sueldos en los centros escolares. “Hoy, encontramos a varios profesores que están titulados, pero también deciden trabajar en otras cosas porque eso les trae paz mental y pueden vivir de mejor forma. Es lamentablemente que la situación sea así, no obstante, es una realidad que no ha cambiado en años”, comentó.

Los estudios confirman que la deserción docente es el resultado de múltiples causas. La situación en los establecimientos educativos chilenos es preocupante de cara al 2025. Los profesores mencionan que los ajustes legales y administrativos podrían ser la gran solución a esta crisis.

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