Cuidadores formales e informales: el sacrificio y costo de asistir a otra persona SociedadPor José Herrera Carrasco - 5 noviembre, 2024 Los adultos mayores que están en situaciones delicadas de salud y no pueden realizar su día a día por sí mismo necesitan apoyo. Sin embargo, los encargados de ellos pueden llegar a pagar con su bienestar físico o mental. Ruth Pérez Fredes ya es adulta mayor y cuidó durante seis años a su madre que estaba postrada. En ese tiempo se encargaba de bañarla, cambiarle la ropa de la cama, los paños, alimentarle, cocinarle, llamar el médico cuando se requería. Una labor donde tenía que estar atenta las 24 horas del día. Lo que incluso fue un factor que hizo que le diera un infarto mientras la atendía. El cuidado de adultos mayores y personas postradas no es una tarea fácil. Pérez contó que “tenía que ir a darla vuelta cada dos horas para que no le salieran escaras. Además, tenía que estar pendiente siempre, no podía salir, ni ir al médico, los tratamientos, todo eso se pierde”. La psicóloga especialista en gerontología y directora del programa Adulto Mayor Activo (AMA), Mónica Oviedo Fernández, evidenció que en Chile no existe un catastro real de cuantos cuidadores hay por comuna. Lo que es algo preocupante, pues muchas veces “son los propios cónyuges, que son personas mayores y que también tienen dolencias y enfermedades de base”, contó. El duro trabajo de los cuidadores Oviedo evidenció que “es un trabajo arduo, la visibilización de los cuidadores informales. Creo que hay bastante por hacer aún”. En esa línea, destacó que hay que trabajar desde el punto de vista informativo y desde los municipios para saber cuáles son las demandas que existen en cada comuna. En junio de 2024 el Gobierno presentó un proyecto de ley que crea el Sistema Nacional de Apoyos y Cuidados, que aún sigue en tramitación. Según el sitio web del Ministerio de Desarrollo Social, la iniciativa establece un “sistema que tiene por finalidad promover la autonomía y prevenir la dependencia desde la infancia a la vejez, y apoyar a quienes cuidan de manera remunerada y no remunerada, promoviendo la corresponsabilidad social y de género”. El sitio web del Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama) contiene gran cantidad de material para los cuidadores. Fotografía: Ministerio de Desarrollo Social. La psicóloga contó una situación particular que sucedió en las últimas elecciones, donde la llamaron para pedir ayuda para excusar a una persona que no podía levantarse a votar. En esa línea dijo que si no hay interdicción no se puede eximir del proceso electoral. Es por eso por lo que ella retrata este tipo de situaciones como un problema, porque “no se le daban las facilidades para que ellos, por ejemplo, pudieran realizar el trámite en línea para justificarlos. Entonces van a tener que esperar a que les llegue la multa y ahí posterior hacerlo”. Sin embargo, la problemática que más destacó fue la promoción y sensibilización del trabajo que realizan los cuidadores. Las barreras a las que se enfrentan La enferma y docente de la Universidad del Alba, sede La Serena, Marcela Pineda Polanco, señaló que existen distintos desafíos para los cuidadores, desde el área física, emocional, social y económica. Pero destaca entre ellas la falta de información y capacitación. Pineda relató que algunos de los cuidadores informales no siempre cuentan con el aprendizaje necesario para atender a una persona. En esa línea, dio por ejemplo “los medicamentos, los cuidados de heridas, manejo de condiciones crónicas del paciente. Esto puede generar mayor inseguridad y errores en el cuidado que pueden llevar a agravar las patologías del postrado”. Sin embargo, la enfermera detalló que los cuidadores formales igual pueden enfrentarse a desafíos donde tienen que mantenerse en una formación continua y actualizada de cuidados domiciliarios. Una investigación del Hogar de Cristo evidenció que el programa de Cuidados Domiciliarios del Senama atendió solo 1.515 personas de una población objetivo de 52.125. Fotografía: Freepik. El desgaste mental es un factor importante para los cuidadores, en ese sentido, Pineda explicó que se generan mayores presiones mentales cuando se busca un mejor cuidado dentro de los recursos limitados que puede tener una persona. Además de esas situaciones, Pineda acusa que existe una falta de reconocimiento hacia los cuidadores. “Los relacionan como si fuesen casi asesores del hogar y son cosas totalmente distintas (…) la sociedad los hace sentir marginados, no reconocidos por sus trabajos, genera alteraciones en de su bienestar psicológico”, dijo. La formación de los cuidadores La docente también profundizó en la existencia de escuelas de cuidadores que “tienen como objetivos claros brindar conocimiento para poder atender las necesidades del paciente domiciliario”. En esa línea destaca enfoques hacia cuidados básicos, administración de medicamentos, manejo de movilidad física, primeros auxilios, cuidados paliativos, manejo de enfermedades crónicas y demencia. De esta manera, destaca igual el trabajo y las redes de ayuda que se pueden llegar a crear en conjunto con otras personas que realizan estas labores. “Existen los talleres de apoyo emocional para cuando ya está sobrepasado el cuidador. También con el objetivo de poder mejorar el agotamiento y la soledad que hace sentirse el cuidador.” La labor que hacen las personas que asisten a sus familiares o amigos es ardua y toma mucho tiempo. Además, puede llegar a afectar la salud mental y física de las personas, como el caso de Ruth Pérez. Según las profesionales, es importante prestar tanta ayuda como atención a los cuidadores como a los que los necesitan.