«La herramienta democrática por excelencia»: Los plebiscitos más importantes de la historia de Latinoamérica

A través de la historia la comunidad latina se ha debido enfrentar a la opción (u obligación) de votar en diferentes plebiscitos y referéndums. ¿Cuáles serán algunas de las decisiones democráticas más importantes que hemos tenido que tomar, y qué importancia tienen estos procesos?

Pocos días han pasado desde el último plebiscito del país, en el que más de 13 millones de chilenos entregaron su voto, aprobando o rechazando la nueva Constitución Política de la República propuesta por la Convención Constitucional. Este evento terminó con un aplastante 61.86% a favor de la opción rechazo, lo que da por finalizado el proceso de meses de trabajo de redacción de una nueva constitución.

Sin embargo, esta no es la primera vez que nuestro país debe enfrentarse a estas circunstancias y, de hecho, en Latinoamérica hemos vivido cientos de procesos similares a través del tiempo. Según palabras de la Licenciada en Historia en la Universidad Católica de la Santísima Concepción y Magíster en Patrimonio Arquitectónico y Urbano, Mariarebeca Sabag Saravia: «Si bien existen diferentes períodos en que se han dado estos procesos, a partir del siglo XX con las distintas dictaduras en Latinoamérica» es que se dio como respuesta este mecanismo que, en muchos casos, tenía como fin legitimar al poder.

«De parte de la élite se buscaba asegurar de forma confiable (el mantenerse en el poder o) una transición política hacia la democracia», explica Mariarebeca. Aún así, y a pesar de que sus orígenes en muchas ocasiones nacían del poder en el país, Eliana Alejandra Carrasco Ulloa, cientista política, considera que es menester entender al plebiscito como «una herramienta fundamental para los pueblos». Primero porque es la «manifestación física de la democracia (…) y también porque sirve para incorporar cierta información que se requiere y tomar decisiones. Es la herramienta democrática por excelencia«.

El plebiscito del Sí y el No en Chile

Corría el año 1988 cuando nuestro país, sumido en años de dictadura, tuvo la oportunidad de votar a favor de mantener en el poder a Augusto Pinochet o conducir a la patria a un periodo de transición hacia la democracia.

Respecto a este proceso la socióloga, Adhara Fuentealba, comenta que: «Fue sumamente importante porque le devolvió el poder al pueblo, instauró la democracia (…) Este plebiscito dio fin a la dictadura militar». Además, y según las palabras del profesor de historia, Rodrigo Álvarez, este proceso «aglutina a la mayoría de la población a votar» luego de años de crisis y manifestaciones.

Álvarez también comenta algunos antecedentes del plebiscito. El país, luego del golpe de estado al gobierno socialista democrático de Salvador Allende (propiciado en septiembre de 1973), pasó «a ser gobernado por una junta militar, compuesta por los altos mandos de cada rama de las fuerzas armadas, de esta manera se instauró un estado de sitio y se arrestaron a las fuerzas de oposición».

Para aquella fecha la constitución que primaba (y se respetaba por Allende) era la realizada en 1925. Álvarez explica que, a partir de 1975 se comenzó a redactar una constitución «que sería la futura carta magna de 1980, la cual se considera que fue escrita ‘entre cuatro paredes'».

Si bien el plebiscito de 1988 acabó con el mandato de Pinochet, su constitución, hasta la fecha, sigue rigiendo al país (aunque con modificaciones realizadas durante algunos gobiernos como el de Ricardo Lagos, las cuales no necesariamente solucionaron los problemas sustanciales de esta).

El profesor Rodrigo Álvarez recomienda la película «No» del director Pablo Larraín. En esta cinta se muestra en gran medida el trabajo de la franja electoral de la oposición al régimen de Pinochet. Créditos: Sergio Armstrong.

Plebiscito sobre los acuerdos de paz de Colombia

Durante las últimas décadas, Colombia ha sido el ojo del huracán en cuanto a política respecta. Los gobiernos, que hasta hace poco tiempo mantenían un modelo neoliberal muy vinculado geopolíticamente a Estados Unidos se mantuvieron en una guerra interna contra las guerrillas insurgentes de izquierda, como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP).

Por esto en 2016, según palabras de Javier Arroyo Olea, profesor de historia y geografía, «se enmarca el plebiscito en dicho país, el cual buscaba darle sustento y respaldo concreto a negociaciones que mantenían las FARC-EP con el gobierno colombiano. Dichos acuerdos fueron producto de una serie de diálogos entre las partes, que tenían como objetivo central frenar la continuación del conflicto armado».

Este proceso tuvo un porcentaje de abstención electoral muy alto (más del 60% no fue a votar), y la opción que terminó por ganar fue la del No, «es decir, se rechazaron los Acuerdos entre el Gobierno colombiano y las FARC».

Arroyo hace un análisis más profundo de este evento y explica que: «Tras el triunfo de la opción No, el gobierno colombiano debió renegociar la serie de acuerdos, reformulando elementos que contenían y que fueron fuertemente resistidos por oposiciones políticas al proceso del acuerdo por la paz. No fue hasta noviembre de 2016 que se llegó a un nuevo acuerdo ratificado por los órganos legislativos de Colombia«.

Para Javier este proceso es importante a considerar «como experiencia de democratización de una sociedad sumergida en profundos conflictos y crisis políticas latentes, teniendo perspectivas estratégicas que se construyen y aplican progresivamente».

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo tenían, según sus palabras, principios marxistas-leninistas y bolivarianos. Fueron considerados organización terrorista por los Estados Unidos. Créditos: archivo de Semana.com

Plebiscito constitucional de Uruguay

Tal como una amplia cantidad de países en Latinoamérica, Uruguay estaba sumida en una dictadura (impuesta por el Plan Cóndor) que se extendió desde 1973 hasta agosto de 1985. En el desarrollo de este cruento régimen, un día de mayo de 1980, Juan María Bordaberry (el dictador en aquel entonces), dio a conocer por primera vez al pueblo su intención de establecer una nueva constitución que, entre otras cosas, legitimara su poder.

Respecto a esto Camila Fuentealba Ortiz, licenciada en historia, explica que: «Este plebiscito marca un hito en la historia latinoamericana pues Uruguay tenía las características que se compartían entre las dictaduras, no había libertad de prensa y estaban prohibidos los partidos políticos», sin embargo, y a pesar de la desigualdad en las franjas, la opción del No «ganó con un 57,2%».

Camila considera que este proceso fue importante pues «lo que se votaba era una propuesta constitucional de parte de los militares y al rechazarlo se fue cimentando poco a poco el camino para retornar a la democracia», luego de eso, el año 1984 se llamó a elecciones democráticas por primera vez en 11 años.

Fue la amplia convocatoria de la gente a votar, y el apoyo de la mayoría a la apertura democrática lo que comenzó a derrumbar el poder que tenía Bordaberry y los militares en el país.

A diferencia de Chile, en Uruguay no hubo una campaña masiva, pero existieron algunas pequeñas instancias de debate como la surgida en el Canal 4, donde algunos especialistas como Enrique Tarigo defendieron la postura del No. Créditos: Sfs90 (Usuario de Wikimedia).

Tal como podemos notar, la historia de muchos de los países en Latinoamérica ha sido escrita, durante los últimos decenios, por dictaduras y estrategias geopolíticas del exterior. Pero el voto, acompañado de otras formas de lucha como las manifestaciones, han significado realmente un cambio en el camino de todo un pueblo que luchaba por democracia o condiciones mejores.

Entre algunos de los otros referéndums y plebiscitos que se pueden destacar de la historia reciente de Latinoamérica podemos encontrar la aprobación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (iniciativa presentada por Hugo Chávez en 1999), la llamada «Guerra del gas» en Bolivia que terminó por enterrar un periodo de manifestaciones (las cuales habían derrocado al entonces presidente Sánchez de Lozada) o el plebiscito nacional de Chile de 2020, el cual, hasta la segunda vuelta (Gabriel Boric y José Antonio Kast), había sido el proceso electoral con mayor cantidad de votos desde el retorno a la democracia.

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