De los lugares históricos que nos ofrece Concepción, está el pulmón verde de la ciudad, que permite a los visitantes pasear y realizar variadas actividades en el extenso paseo. 

El parque Ecuador actualmente no solo es un lugar para relajarse en medio del ajetreo urbano, sino que se ha convertido en el escenario de numerosas actividades culturales y recreativas. Desde conciertos al aire libre, hasta ferias artesanales, pasando por eventos deportivos y festivales gastronómicos. El parque ha sido testigo de innumerables reuniones y convivencias.  

“Los días que más se reúnen personas son los de feria y cuando se realizan eventos, además de los fines de semana. La gente sale a pasear con sus familias, pero en general el parque siempre está lleno”, relata Víctor Jimenez, vendedor de alimentos en el sector.  

Remontándose al inicio  

En un comienzo no se llamaba como se conoce hoy en día. Durante sus inicios se llamó Parque Alameda, haciendo referencia a la doble fila de álamos que estaba desplazada a los costados, por la calle Veteranos y Víctor Lamas. Hasta que ocurrió el terremoto de 1906 y Ecuador apoyó a la reconstrucción de la zona recreativa, de ahí se bautizó con la denominación actual.  

El Parque Ecuador es un espacio de esparcimiento para la comunidad de Concepción cuyos orígenes se remontan al siglo XIX, tras el terremoto de 1751 y el traslado de la ciudad al área entonces conocida como Valle de la Mocha. 

Carlos León Heredia, asistente histórico-cultural del Museo Galería de la Historia de Concepción relató que “el espacio se utilizó para abastecerse de agua y madera debido a la cercanía con el Cerro Caracol, el bosque y el acceso a la cascada que corría en el sector. Pero a mediados del siglo XIX, las autoridades gestionaron que se transformara en un lugar de esparcimiento con doble alameda”.  

La función de transformar el espacio se debió a que el nuevo conjunto de álamos embellecía y capeaba el viento en el lugar. Recordemos que durante ese periodo las personas se trasladaban en carretas y esta nueva estructura permitía que se cubrieran de la ventisca y que se generase sombra.  

Estructuras que relatan historias  

Otra de las cosas características que podemos encontrar recorriendo el lugar, son los distintos monumentos que están ubicados a lo largo de la extensión. Además, como dato curioso, el parque casualmente tiene la misma forma que Chile continental.  

Desde el año 1882 se ha mantenido en el sitio el monumento de Juan Martínez de Rosas, quien participó en La Primera Junta Nacional del Gobierno y representó a Concepción durante el proceso de independencia. Su figura es una forma de homenajearlo. “Se insertó justo en la época en que se traen los restos de Juan Martínez de Rozas a Chile, después de que él fallece en 1813 en Mendoza. La obra fue diseñada y realizada por el artista chileno Nicanor Plaza”, menciona León.  

Frente al parque, siempre se han ubicado distintas instituciones. Entre ellas, destaca el Liceo de Hombres de Concepción, conocido actualmente como Liceo Enrique Molina Garmendia, el cual cambió su nombre en 1959 y es el tercero más antiguo del país. 

Fundado en 1823 y trasladado a este sector en 1851, hoy en día, cuenta con más de doscientos años de historia. “Tiene una arquitectura muy diferente a lo acostumbrado, el edificio se finalizó en 1917. Tras ser demolido por los daños, causados posterior al terremoto del sesenta, lo único que queda es el famoso teatro, que fue el auditorio o salón de eventos del liceo”, explica Carlos. Actualmente es valorado por la ciudadanía como un vestigio del patrimonio neoclásico. 

Otros monumentos históricos que hay son: la obra de los franceses combatientes, instaurado luego de la Primera Guerra Mundial. También, la Séptima Compañía de Bomberos que llegó al parque en 1949 con una visión mucho más contemporánea a lo que se estaba habituado.  

Entretención para toda la familia  

Durante los años ochenta, la Ilustre Municipalidad de Concepción quiso cambiar la geometría del área de esparcimiento, creando un ambiente mucho más ameno para convertirse en un auténtico paseo recreativo. “Limpiaron, sacaron varios arbustos e hicieron el espacio familiar. Para que esto se consolidara se levantó la idea del trencito del Parque Ecuador”, comenta el asistente Histórico-cultural.  

Más de algún penquista recordará este icónico tren que contaba con su propia estación frente a lo que hoy en día es el recinto de tenis. Entretención perfecta para los pequeños y una novedad para los mismos adultos, ya que con todos los arreglos y remodelaciones que se realizaron, el parque se convirtió en un lugar con mayor seguridad, despejado e iluminado para toda la familia. 

Hasta el día de hoy sigue siendo uno de los lugares preferidos para relajarse de las ajetreadas semanas. “Me gusta bastante para venir los fines de semana porque es un ambiente tranquilo, familiar, siempre está limpio, en general es un buen entorno para salir. Además, sirve para nosotros los estudiantes y despejarnos”, así como María José Muñoz, una estudiante universitaria, hay muchas personas que continúan considerando este lugar su panorama favorito. ¿Sabías tú acerca de la historia del Parque Ecuador?

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