El dilema del trabajo y el descanso

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Concentrarse en una sola actividad durante un tiempo prolongado es un reto en la cotidianidad. Esto provoca en las personas sentimientos de culpa, siendo las nuevas generaciones las que más sufren de este fenómeno.

En un mundo lleno de distracciones rápidas y fugaces, es cada vez más difícil mantener la concentración en una sola actividad durante un tiempo prolongado. Esto tiene sus efectos sobre la vida cotidiana, ya que las personas necesitan realizar acciones importantes como estudiar. Debido a esto, la gente suele sentir que no se puede permitir el relajo, dado que, constantemente sienten la necesidad de estar trabajando. Las redes son un factor que incide mucho en esta problemática y quienes están más conectados al internet son quienes más sufren de esta inquietud. 

Imagen de pressfoto en Freepik. El procrastinar y dejar todo a última hora provoca un estrés severo en los individuos.

Huir del cansancio 

Es importante sentar una base cultural al hablar de las pausas y el trabajo. En un artículo de la BBC se explica que trabajar hasta agotarse es reconocido por la sociedad como una virtud. Así, el cansancio en beneficio de la eficiencia es honroso, debido a esto es que es difícil combatirlo cuando no se ha conseguido experimentar el ser eficiente en las labores pendientes o incluso cuando no hay nada por hacer. En medio de este contexto, surge el famoso término de la procrastinación, popularizado en los últimos tiempos. Este consiste en el acto de postergar las cosas que la persona tiene que hacer, incluso haciéndolas a último minuto. Algunos admiten hacerlo y de hecho hay quienes dicen aplazar demasiado. El problema es que la acción de posponer los deberes puede llegar a un extremo peligroso, en el cual la el individuo sería incapaz de superar las distracciones y hacer sus deberes. 

No se trata de flojera

Esta acción no corresponde necesariamente a ser una persona irresponsable ni floja. Es más, según como señala el neurocientífico Mariano Sigman en un artículo de Vogue, estas preconcepciones no ayudan en nada a mejorar la situación. La procrastinación se trata de una mente que se encuentra huyendo, y al maltratarla mediante estos estigmas, se empeora la situación en el plano emocional. De esta forma, se dificulta salir del círculo vicioso, del posponer las cosas pendientes y por ende no se llega al reposo efectivo. Según la psicóloga María Ignacia Lagunas, los relatos de sus pacientes suelen incluir: “Eso de sentir culpa por no estar haciendo cosas, entre comillas, productivas, en sus tiempos libres. Por ende tampoco se dan muchos permisos para esos momentos”, indicó la especialista.  La sensación de no haber rendido de la manera esperada es también un factor que aumenta la ansiedad, y de esta manera lo evidenció  Ana Santibáñez, estudiante de Obstetricia: “Si estoy descansando es porque siento que no rendiré si no lo hago. Mientras estoy en eso, es horrible porque pienso que no estoy haciendo nada y podría estar avanzando. Desde marzo siento que realmente no me he tomado un tiempo”. 

Al agregar a la ecuación el uso de plataformas digitales, comienza a tomar mucho más sentido esta acción. Y es que, según un artículo de La Vanguardia, el uso de medios sociales provoca en los individuos la liberación de oxitocina, conocida coloquialmente como la hormona de la felicidad. Esto desencadena en que la persona sienta placer al dar uso de las aplicaciones, las cuales están literalmente al alcance del bolsillo a toda hora. De este modo, un cerebro que se siente triste y que no ha rendido como esperaba, siente deseo de poder experimentar una sensación positiva, la cual no se lo permite su realidad actual. Por lo mismo es que la gente hoy por hoy suele incorporar el uso de sus teléfonos celulares para intentar tener un tiempo de ocio tranquilo, o también funciona como una distracción de sus tareas pendientes.

La generación más distraída

Foto de camilo jimenez en Unsplash. La adicción a los smartphones contribuye a la dificultad en la concentración.

Según un estudio realizado por Jelly, una agencia que se dedica a hacer radiografías de la situación actual con redes sociales en Chile, recopiló una serie de datos que afirman lo ya esperado. Los jóvenes son quienes se distraen de mayor forma al estar sumergidos en el mundo del internet durante tiempos prolongados. De tal manera, termina siendo la Generación Z la cual utiliza la plataforma TikTok durante más de cuatro horas diarias. Debido a esto, se llega a suponer que son las nuevas generaciones las que están más propensas a distraerse diariamente, y por ende, a procrastinar. Santibáñez admite que los momentos que le dedica al estudio se ven definidos por cuanta atención le dedica a TikTok,  por lo tanto, su descanso también se ve definido por esto. Los efectos en su concentración son tantos, que para aumentar su concentración toma pastillas especiales.

Los malos hábitos

La gente suele ser consciente del problema que está enfrentando, pero dar el paso y generar un cambio en sus vidas es sin duda una tarea difícil. Así, lo contó Violeta Canales, estudiante de medicina de cuarto año, indicó que no poder administrar efectivamente su tiempo le causó una serie de frustraciones académicas y personales. Según Violeta: “Yo siempre sabía que, lo que hacía en realidad, no debería haberlo hecho así. Me decía a mí misma que para la próxima lo haría de mejor manera”, generando así en ella un estado de estrés constante. 

Existen algunas personas que se sobreponen a tal ciclo, exigiendo un poco más de sí mismos para proyectar en un futuro con reposo genuino. Trinidad Elgueda, estudiante de segundo año en Técnico en Enfermería, expresó: “Aunque sea con cansancio, prefiero terminar lo que empecé a descansar, porque sé que no podré hacerlo realmente ya que, estaré pensando en lo que tengo que finalizar”. Pero esto no es la práctica más común, pues José Ignacio Salvo, estudiante de segundo año de Ingeniería, reconoce que compensa lo poco efectivo que fue durante el día a causa de las distracciones, con lo que es el trabajo nocturno. Según él, el remordimiento de no rendir no le deja acostarse temprano: “Esto hace que a la mañana siguiente me despierte cansado y me cuesta mucho empezar el día”, indicó José. 

Por lo tanto, es complicado romper con estos ciclos de procrastinación, los cuales tienen efectos deplorables en la salud mental de los individuos: “Cuando tu cabeza está muy preocupada o atenta a muchas situaciones, complicaciones, malestares, entre otras cosas, no va a poder, por ejemplo, conciliar el sueño. Podría tener pesadillas o algún tipo de problemática en su ciclo nocturno. Así también durante el día, la persona no va a dar espacio al descanso, porque su mente está todo el rato funcionando. En ese sentido, puede afectar el no estar emocionalmente bien”, comentó Lagunas.

Superando la procrastinación

Según la revista Vogue, para superar la procrastinación hay que centrarse en esta pequeña chispa de felicidad que puede causar la tarea que se evita. Fijar la atención en la nueva habilidad que se aprenderá, en la experiencia, en cómo esas labores de una u otra forma generará en un futuro un enriquecimiento como persona. Aunque suene insignificante o cliché, se debe de pensar positivo y buscar lo deseoso de aquello que nos aburre. Si bien estos consejos ayudan, no son la única forma en que se puede solucionar el problema de la postergación.

Foto de Paico Oficial en Unsplash. La organización ayudaría contra la procrastinación, mediante la anticipación ante las tareas futuras.

La organización es el siguiente paso, y así lo evidenció Violeta, quien comentó que este semestre comenzó a organizarse mejor y a estudiar con anticipación: “Yo estudiaba cinco días antes de los certámenes, sin tiempo de pausa. Entonces, durante ese tiempo, yo pensaba en que lo necesitaba, pero no podía hacerlo bien, ya que sabía que tenía que cumplir con toda la materia”, indicó Canales. Ella cree que hoy en día está llevando su carga académica de una forma que satisface, organizando mejor su tiempo. Lo cual, le permite tener la certeza que necesita para llevar a cabo sus descansos genuinos.

Hay posibilidad de cambiar 

No todos logran acabar con la procrastinación solo con determinación, este es un problema que las generaciones actuales están intentando enfrentar casi a ciegas. El panorama por ende es incierto en cuanto a esta situación, pero sin duda que muchas personas están haciendo todos sus esfuerzos para poder llevar adelante sus vidas pasando tiempo de calidad y placer sin culpa.

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Por Constanza Parra y Constanza Gutiérrez.

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